jueves, 30 de julio de 2015

TANTRISMO

GNOSIS
TANTRISMO 
Por: samael aun weor

En el Buddhismo Chino (Chan) y en el Zen Japonés existe tantrismo de fondo, es lamentable que muchos orientalistas se contenten con la mera corteza exterior del Budismo.

El hueso medular del Buddhismo esotérico y del taoísmo es el tantrismo, el maithuna (sexo-yoga).

Los tántricos del tibet secreto y de la India sagrada, practican con la yoga-sexual positiva, conectando el lingam yoni sin eyaculación del ens seminis.

Los gurús tántricos del tibet y del indostán son muy exigentes, la pareja de yogui y yoguina debe previamente hacerse experta en los ejercicios del laya-kriya antes de tener derecho a la sadhana tántrica (posición sexual), muy especial para la conexión sexual entre los tántricos.

Francamente no podemos ni debemos negar que el kama kalpa enseña muchas Shadanas tántricas, pero nosotros sólo citaremos ahora aquella en que el varón sentado en admasana o en la buddhica o sencillamente con las piernas cruzadas estilo oriental, practica con la yoguina la unión sexual.

La iniciada tiene que sentarse entonces sobre las piernas del yogui y cruzar hábilmente las piernas, en forma tal que el tronco del cuerpo del yogui quede envuelto por éstas.

La conexión sexual del lingam-yoni durante la sadhana tántrica exige previamente un intercambio de caricias entre el hombre y la mujer, hasta que finalmente la mujer se absorbe el phalo.

Este connubio tántrico exige quietud y silencio mental absoluto para evitar la intervención tenebrosa del yo pluralizado.

Fuertes corrientes electro-magnéticas fluyen avasalladoramente en esos instantes de suprema voluptuosidad y la pareja entra en éxtasis o shamadi.

Este es el sistema para transmutar la energía sexual en ojas (fuerza Crística), la pareja deberá refrenar el impulso sexual y evitar la eyaculación del semen.

"EL coitus interruptus", el impulso sexual refrenado hace retornar la energía sexual del tercer logos hacia adentro y hacia arriba, por entre los canales de idá y pingalá.

El maithuna, origina dentro del micro-cosmos hombre, en el coxis, cerca del triveni, un contacto extraordinario entre los átomos solares y lunares del sistema seminal.

El advenimiento del fuego es el resultado del contacto entre los átomos solares y lunares del sistema seminal.

La sadhana tántrica gnóstica es muy sencilla, hombre y mujer en la posición normal común y corriente durante el acto sexual, lo importante es retirarse antes del espasmo para evitar la eyaculación del semen.

I.A.O. es el mantram tántrico por excelencia;
I, nos recuerda a ignis, el fuego.

A, es el aqua, el agua;

O, significa origum, espíritu. I. A. O., deben resonar durante la práctica con el maithuna.

Resulta interesantísimo que las gónadas sexuales están gobernadas esotéricamente por Urano, el planeta de acuario, rey divino de la primitiva Atlántida; esto nos recuerda a Ur-anas, el fuego y el agua primordiales, que equivale a lo mismo, estableciendo el primer culto luni-solar de la andrógina io, es decir la aparición de la astro teología Caldea, y por eso Urano el asura-maya, el primer Atlante, es de hecho el primer revelador de los misterios sexuales.

Hay que bajar a la novena esfera (el sexo), para trabajar con el fuego y el agua primordiales, origen de mundos, bestias, hombres y Dioses. 

Toda auténtica iniciación blanca comienza por allí.
El advenimiento del fuego es el evento cósmico más extraordinario, el fuego nos transforma radicalmente.

Es útil recordar el caos de los antiguos; el fuego sagrado de Zoroastro; o el atash-behran de los Parsis; el fuego de Hermes; el fuego de Helmes, de los antiguos germanos (no se confunda a Hermes con Helmes).

Recordemos el relámpago fulgurante de la Cibeles; la antorcha de Apolo; la llama del altar de pan; el fuego inextinguible en el templo de la acrópolis y en el de Vesta; la llama de fuego del yelmo de Plutón; las chispas brillantes en los sombreros de los dioscuros, en la cabeza de las gorgonas, en el yelmo de Palas y en el caduceo de Mercurio.

Es útil recordar el famoso ptah ra, egipcio; el Zeus Cataibates, Griego, que desciende del cielo a la tierra según Pausanias; las lenguas de fuego de pentecostés; la zarza flamígera de Moisés, idéntica al tunal ardiendo de la fundación de México; la columna de fuego del éxodo; la lámpara inextinguible de Abraham; el fuego eterno del abismo sin fondo o pleroma; los vapores fluidos del oráculo de Delphos; la luz sideral de los rosacruces; el akasha de los adeptos Indostanes; la luz astral de Eliphas Levi; el aura y el fluido de los magnetizadores; el od de Reichembach; el psichod y la fuerza ectenica de Thury; los rayos de blondot y de tantos otros; la fuerza psíquica de sergeant cox; el magnetismo atmosférico de algunos naturalistas; el galenismo, y en suma, la electricidad, no son sino nombres distintos para las manifestaciones sin número de ese proteo misterioso que se ha llamado el archaeus de los Griegos.

El ascenso del fuego sagrado por el canal de sushumná, grado por grado, es muy lento y difícil; cualquier eyaculación del semen es suficiente para que el fuego descienda una o más vértebras espinales, según la magnitud de la falta.

Jesús el Gran Kabir ha dicho: "el discípulo no debe dejarse caer, porque el discípulo que se deja caer, tiene después que luchar muchísimo para recuperar lo perdido".

El maithuna, yoga sexual, tantrismo gnóstico, sólo se debe practicar entre esposo y esposa, en hogares legítimamente constituidos.

El tantrismo blanco prohíbe a sus adeptos o afiliados practicar el maithuna con varias mujeres.

El Tantrismo Blanco prohíbe a las hermanas gnósticas practicar el maithuna con otros varones; sólo les es lícito practicar Magia Sexual con su propio marido.

samael aun weor


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