GNOSIS
EL KUNDALINI DEL CUERPO ASTRAL
LA DOCTRINA DE LA RESURRECCIÓN
(Del libro “Las Siete Palabras”. Por: Samael Aun Weor.
Cap. 2)
Cuando el iniciado ha hecho llegar el Kundalini del
Cuerpo Astral hasta el corazón, entonces pasa por la simbólica MUERTE Y RESURRECCIÓN
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
EN LOS MUNDOS INTERNOS VIVE ENTONCES EL INICIADO
TODO EL DRAMA DEL GÓLGOTA EN CUERPO ASTRAL.
Su Judas lo asesina y un hijo del Judas clava en el
corazón del iniciado la lanza con que Longinos hirió el costado del Señor.
Entonces se le entregan al iniciado las 7 palabras
terribles del Calvario, que le dan poder al Maestro sobre los 7 grandes planos
cósmicos.
Estas 7 palabras están escritas con caracteres de
fuego en las 7 columnas del Templo terriblemente Divino de la Sabiduría.
Todo este drama del Calvario hay que vivirlo dentro
del plano Astral, con el Tercer Grado del poder del FUEGO.
Las 7 palabras corresponden a los 7 grados del poder
del FUEGO, y a las siete lenguas de Fuego ardiente del Dragón de la Sabiduría.
Cuando el tercer grado del poder del Fuego llega hasta
el corazón, este brilla y resplandece como un sol de extraordinaria belleza.
El tercer grado del poder del Fuego Cristifica
totalmente al Cuerpo Astral y abre totalmente los Chacras del Cuerpo Astral.
En las personas comunes y corrientes, los Chacras son
tan solo sentidos del Alma-Animal, íntimamente relacionados con las funciones
psíquico-biológicas del organismo humano, pues los TATWAS entran en nuestras
glándulas endocrinas para convertirse en HORMONAS.
Y son los Chacras Astrales, la puerta de entrada para
los TATWAS.
Pero cuando el tercer grado del poder del FUEGO
Cristifica al Cuerpo Astral, entonces los Chacras se convierten en las 7
iglesias de que nos habla el Apocalipsis.
Decíamos en nuestra obra titulada «La Revolución de
Bel», que las 7 iglesias se hallan radicadas en el Alma-Espíritu o Cuerpo de la
Conciencia y ello es así; pero el tercer grado de poder del FUEGO abre los
Chacras Astrales; entonces estos se convierten en las 7 iglesias mismas. Antes
eran puramente sentidos del Alma-Animal.
El Dios AGNI, Dios del FUEGO, restaura los poderes
ígneos de cada cuerpo a través de cada una de las 7 grandes iniciaciones de
Misterios Mayores.
Visto clarividentemente, el Dios AGNI parece un niño
recién nacido, y es una majestad terrible del Universo.
Con el acontecimiento del Gólgota en nuestro Cuerpo
Astral, este cuerpo se convierte en un Nazareno viviente, lleno de poder y
gloria.
Por ello decimos en nuestro ritual: "Yo creo en
el Hijo, EL CRESTOS CÓSMICO, la poderosa mediación astral que enlaza nuestra
personalidad física con la inmanencia suprema del Padre SOLAR".
En la Tercera Iniciación de Misterios Mayores, el
Cuerpo Astral pasa por la simbólica muerte y resurrección del Divino Rabí de
Galilea.
Y clarividentemente vemos entonces al Hijo del Hombre,
a nuestro CRESTOS, en su cruz, y entre su santo sepulcro DE VIDRIO, antes de la
RESURRECCIÓN.
El INICIADO es aprobado luego por una potencia sideral
y los magos negros llenos de ira, atacan al iniciado incesantemente. Las 7
palabras hacen entonces al iniciado omnipotente y poderoso.
El nombre oculto del Cuerpo Astral es:
"ZAPHNATH-PAANEAH".
El nombre del Cuerpo Astral consta de dos nombres
compuestos:
El primero es ZAPHNATH.
Ese mantram corresponde a nuestro astral inferior, y
la segunda palabra: PAANEAH, es el Hijo, nuestro CRESTOS CÓSMICO, que ENLAZA
nuestra personalidad física con la inmanencia suprema del PADRE SOLAR.
Con la Tercera INICIACIÓN de Misterios Mayores, se
consuma en nosotros LA MUERTE, LA SEPULTURA Y LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO
CRESTOS.
Y al tercer día se levanta de su TUMBA DE CRISTAL
(santo sepulcro) nuestro mediador, nuestro Cuerpo Astral o CRESTOS CÓSMICO.
Y la resurrección y fiesta solemne, es recibida luego
en los mundos superiores de conciencia.
El Maestro Interno asiste a su fiesta solemne sin
vehículos materiales de ninguna especie: "Soberbia es la muerte con
victoria".
"¿Dónde está, ¡oh muerte! tu aguijón? ¿Dónde
está, ¡oh sepulcro! tu victoria?"
Todo el secreto de la Resurrección de nuestro CRESTOS,
reside en la copa de plata de Benjamín.
Haciendo un examen de fondo sobre la RESURRECCIÓN de
nuestro CRESTOS o Mediador Astral, podemos ver clarividentemente UN FONDO
ESENCIAL, un principio anímico, un principio independiente, un Astral Superior
representado por Benjamín, amado hermano de José, hijo de Jacob.
Ese divino Astral permanece durante tres días entre su
tumba DE CRISTAL o Santo Sepulcro.
Y al tercer día se une o fusiona con EL INTIMO, y se
levanta de su tumba.
Todo esto es el proceso iniciático de la Tercera
INICIACIÓN de Misterios Mayores.
En la leyenda de José, hijo de Jacob, se encierra el
proceso iniciático de nuestro CRESTOS.
Yo, AUN WEOR, aquí le entrego a la humanidad el
auténtico mensaje que la LOGIA BLANCA envía a la humanidad para la nueva Era
ACUARIA.
¿Qué más quieren?
Esta ciencia no es mía; esta ciencia es de Dios; mi
persona no vale nada, la obra lo es todo, yo no soy sino un emisario.
El Astral superior no lo tiene todo el mundo, ese
Astral hay que engendrarlo, y ese Astral se engendra practicando magia sexual
intensamente con la mujer; eso es lo que se llama formar a CRISTO en nosotros.
Por ello es que los gnósticos afirmamos que existen
dos formas de nacimientos: "La de la carne, originada por el coito, y otra
distinta para la que aquel no era preciso".
De la primera forma de nacimientos, es decir, del
coito de los fornicarios, salen hombres condenados a la muerte, y de la segunda
forma de nacimiento, es decir, de la magia sexual o concepción del Espíritu
Santo, salen ángeles, sale nuestro CRESTOS, sale el nuevo cuerpo Astral o
CRISTO MEDIADOR.
Así, pues, el Sendero del hogar doméstico vivido con
sabiduría y amor, nos conduce hasta la dicha inefable del NIRVANA.
LA MUJER ES EL CAMINO; LA MUJER ES LA PUERTA.
Después de la Resurrección de nuestro CRESTOS, el
INICIADO tiene que descender a los mundos sumergidos del enemigo secreto.
Se dice que después de la Resurrección, CRISTO tuvo
que descender a los infiernos para sacar de allí a las almas de nuestros
primeros padres: Abraham, Jacob, etc.
Esto es un símbolo viviente de lo que tiene que vivir
el INICIADO después de su Resurrección.
Antes de la Ascensión, Cristo se apareció a sus
discípulos varias veces.
Cuando se apareció a las santas mujeres, díseles
Cristo:
"No me toques: porque aun no he subido a mi
Padre; mas ve a mis hermanos y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi
Dios y a vuestro Dios" (Ver.17, Cáp. 20; San Juan).
Así pues, antes de la Ascensión el INICIADO tiene que
descender a los mundos sumergidos para destruir allí las más íntimas raíces del
mal.
Y entonces penetra el INICIADO en regiones
verdaderamente infernales, imposibles de describir con palabras.
MÁS TARDE VIENE LA ASCENSIÓN A LOS 40 DÍAS PRECISOS DE
LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO "CRESTOS".
Debemos aclarar a nuestros discípulos Gnósticos, que
quien desciende a los mundos infernales durante 40 días DESPUÉS de la
Resurrección, es el Astral Viejo de nuestra personalidad inferior, para
destruir todas las raíces del mal.
Con la ascensión, ese viejo astral es colocado
entonces dentro del plano de los Dioses, y entonces viene la Gran ILUMINACIÓN.
Pero como es lógico que si queremos trasplantar un
árbol de un lugar a otro, hay necesidad de desarraigarlo o arrancarlo de raíz
para poderlo trasplantar en otra parte, análogo proceso debe realizar el
INICIADO con su cuerpo Astral.
Inevitablemente debe el INICIADO sumergirse en sus
propios infiernos internos durante 40 días, para desarraigar su cuerpo Astral
de todas las esferas del mal.
Pasados esos 40 días, ese cuerpo Astral queda
trasplantado al plano de los Dioses, y no saldrá más de allí.
Entonces el INICIADO a todas horas está actuando a
plena conciencia dentro de los mundos Superiores, y su cuerpo astral queda
transformado.
Benjamín, el Astral Superior o Nuevo Astral, no podrá
descender a esas esferas infernales de nuestros propios mundos sumergidos,
puesto que es hijo de la concepción sagrada del Espíritu Santo y se fusiona
totalmente con él "INTIMO" en la resurrección INICIÁTICA.
Pero sería muy difícil traer el recuerdo de los mundos
superiores de conciencia al mundo físico sin la intervención de nuestro Astral
viejo.
EL VIEJO ASTRAL ES NUESTRO MEDIADOR, Y COMO YA
DIJIMOS, ESTÁ ÍNTIMAMENTE RELACIONADO CON NUESTRAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS Y CON
NUESTRO SISTEMA NERVIOSO GRAN SIMPÁTICO.
Cada uno de los sentidos del Cuerpo Astral se halla
íntimamente relacionado con las glándulas endocrinas y por ello es de
imprescindible urgencia desarraigar el Cuerpo Astral de los mundos sumergidos y
arraigarlo en el plano de los Dioses, porque él es el instrumento que nosotros
poseemos para enlazar nuestra personalidad terrestre con el hombre celeste.
Sólo así nos explicamos en qué forma y de qué manera
surge la ILUMINACIÓN del ESPÍRITU SANTO, después de la ASCENSIÓN. Veamos estos
versículos bíblicos:
"Más recibiréis la virtud del Espíritu Santo que
vendrá sobre vosotros y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y en
Samaria y hasta lo último de la tierra".
"Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos,
fue alzado y una nube le recibió y le quitó de sus ojos" (Vers. 8 y 9,
Cáp. I, de los Hechos).
En la Segunda INICIACIÓN de Misterios Mayores, somos
bautizados con agua y en la Tercera INICIACIÓN de Misterios Mayores somos
bautizados con el Fuego del Espíritu Santo.
Juan nos bautizó con Agua, CRISTO nos bautiza con
FUEGO.
"Porque Juan, a la verdad, bautizó con agua; más
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo, no muchos días después de
éstos" (Vers. 5, Cáp. I de los Hechos).
Durante estos cuarenta días que preceden a la
Ascensión el INICIADO queda totalmente prohibido de todo contacto sexual, pues
debe mantener su aura totalmente luminosa y serena, libre de cualquier onda
pasional.
Solo después de 40 días, puede el INICIADO seguir
practicando su rito de Magia Sexual.
Pero durante estos 40 días precedentes a su Ascensión,
el INICIADO debe transmutar su energía sexual por medio de la Mente.
Durante estos 40 días precedentes a la Ascensión de
nuestro Cuerpo Astral, nos toca descender inevitablemente al abismo, para
cortar allí definitivamente toda relación, toda raíz, todo hilo con las
criaturas del mal.
Allí nos encontramos con los antiguos colegas del mal,
y ellos entonces se burlan de nosotros y nos atacan incesantemente.
Allí tenemos que vivir, o mejor dijera, revivir, todas
aquellas escenas tenebrosas del pasado, y así cortamos las raíces que unen el
árbol de nuestra vida a los abismos del mal.
Ahora comprenderá el INICIADO por qué debe abstenerse
el Maestro de su rito sexual con la mujer durante estos cuarenta días.
Se hace necesario que el aura esté brillante y
luminosa, para defenderse de las potencias del mal, y para hacerle más fácil a
las Jerarquías el pesado trabajo de desarraigar nuestro vehículo Astral de la
podredumbre del mal.
Esta labor es muy pesada para las Jerarquías.
Ahora comprenderá el devoto del sendero el significado
esotérico de la CUARESMA.
La Auténtica Cuaresma no es antes de la crucifixión
del Maestro, sino DESPUÉS DE SU CRUCIFIXIÓN.
Pero ya la iglesia católica y demás Sectas
Neocatólicas, Protestantes, Adventistas, etc., perdieron la tradición de todo
esto.
Da dolor ver cómo los seres humanos están profundamente
arraigados al abismo del mal.
En estos mundos sumergidos, surgen ante el INICIADO
escenas dolorosas del pasado que tiene que revivir nuevamente entre el abismo,
para romper todo lazo con las tinieblas.
Es la despedida que el INICIADO hace a las tinieblas.
Durante esta santa CUARESMA, el Iniciado no siendo un
demonio, está rodeado de demonios.
Por ello es que cuando María Magdalena, después de
exclamar:
"¡RABBONI, RABBONI!", quiso tocar al
Maestro, dísele CRISTO:
"No me toques, porque aun no he subido a mi
Padre; más ve a mis hermanos, y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi
Dios y a vuestro Dios" (Vers. 17, Cáp. XX, San Juan).
Así pues, Cristo le dijo a María Magdalena:
"No me toques", porque el Cuerpo Astral del
Maestro estaba rodeado de demonios.
María Magdalena amaba entrañablemente al divino Rabí
de Galilea, y cuando ella, estando de pie, recostada sobre un muro, escuchó la
palabra terrible "¡Tibo!, ¡Tibo, ¡Tibo!", que condenaba al CRISTO a
pasar por el acontecimiento del Gólgota, se llenó de indecible terror.
La misión del CRISTO es realmente aterradora.
El Señor echó sobre sus hombros todo el peso de una
Cruz muy pesada.
La fuerza Crística es la que nos redime; la sangre del
Cordero es la que nos salva de los abismos del mal.
LA DOCTRINA DE LA RESURRECCIÓN de los muertos es la
Doctrina de CRISTO.
Durante esta CUARESMA, el INICIADO rompe para siempre
aquellas amarras que atan el barco de su vida al puerto de "AODÓN"
(Aflicción).
En este libro hemos hablado exclusivamente sobre la
Resurrección y Ascensión de nuestro Cuerpo Astral o CRESTOS Mediador: es la
Doctrina del Nazareno.
Pero en este capítulo solo nos concretaremos ahora a
la Muerte, Resurrección y Ascensión de nuestro Cuerpo Astral o CRESTOS
MEDIADOR.
Todo este proceso iniciático del Cuerpo Astral se
halla encerrado sabiamente entre la simbólica narración de José, hijo de Jacob.
José representa el Cuerpo Astral del hombre, y Jacob
representa al Padre que está en los cielos, al Astro PADRE.
José es vendido por sus mismos hermanos.
Todos nuestros antiguos compañeros nos traicionan, nos
venden, cuando nosotros nos resolvemos a hollar la rocallosa senda que conduce
al NIRVANA.
José se convierte en siervo de un eunuco, y CRISTO
dijo: "Hay algunos que se hicieron eunucos por amor al reino de los
cielos".
Cuando José se resuelve a seguir el sendero de
Castidad, es tentado por la mujer y cae en la cárcel de las amarguras,
calumniado y difamado, pero fiel a su voto de castidad.
Y en la cárcel del dolor no tenemos más consuelo que
el pan y el vino de la Transubstanciación.
CRISTO es el copero y el panadero.
Allí tan solo el copero y el panadero que sufren por
nosotros, es decir, nuestra SUSTANCIA CRÍSTICA REDENTORA, que nos redime y nos
saca de la cárcel del dolor y de la amargura, hasta llevarnos a los pies de
nuestro Faraón Interno, nuestro sagrado INTIMO, nuestro Rey, que nos hace amos
y señores de toda la tierra de Egipto.
Y así alcanzamos la Alta INICIACIÓN, y nos preparamos
para la Resurrección de nuestro CRESTOS MEDIADOR.
Los 12 hijos de Jacob, o sea, el Zodíaco (las 12
Constelaciones Zodiacales), nos van redondeando y transformando, hasta que al
fin encontramos a nuestro Benjamín, por medio del cual resucitamos y volvemos a
abrazar a nuestro Padre Sideral.
Ya hemos explicado en nuestras pasadas obras que el
"INTIMO" de cada hombre es una llama desprendida de la Conciencia de
un Genio sideral, el cual es nuestro PADRE que está en los Cielos, el Padre de
nuestro "INTIMO", nuestro Jacob.
El sueño del Faraón es también altamente simbólico,
los siete años de abundancia y los siete años de hambre, simbolizan las siete
escalas de poder del Fuego, las 7 iniciaciones de misterios mayores y las
amarguras de cada una de las 7 grandes iniciaciones de misterios mayores, los
dolores de cada uno de los 7 portales.
La copa de Plata de Benjamín, es el semen por medio
del cual nuestro Cuerpo astral resucita entre los muertos.
samael aun weor
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