GNOSIS
NO ES NECESARIO
EL SISTEMA DE PASTILLAS ANTICONCEPTIVAS.
POR: SAMAEL AUN
WEOR
PREGUNTA:
En el caso de
la mujer que ha regulado la natalidad por medio de pastillas anticonceptivas y
que después conoce las enseñanzas gnósticas y quiere llevarlas a la práctica,
¿debe hacer algo para desintoxicar el organismo, o la Naturaleza se encarga de
ello?
RESPUESTA:
En cuanto a la intoxicación que hayan
recibido con tanto mejunje preconizado por los científicos del Anticristo,
deben dejar todo a la Naturaleza.
Ella se encargará, por cierto, de
depurar absolutamente el organismo.
Repetimos: no es necesario, en modo
alguno, el sistema de pastillas anticonceptivas, que es criminoso en un ciento
por ciento.
La Naturaleza es muy sabia y tiene
leyes para controlar el exceso de población.
Recuerden ustedes que todo en la
Naturaleza está sujeto a la Ley del Péndulo; que si hoy existe explosión
demográfica, cuando cambie nuestra posición -con el movimiento del Péndulo-,
quedaremos en el otro extremo y habrá, precisamente, descenso demográfico, un
minus.
Hay, pues, un plus y un minus, en esta
cuestión de la población.
Todo Plus demográfico es controlado por
las leyes de la Naturaleza.
Cuando la población humana es excesiva,
sobreviene siempre la guerra y la peste, o ambas cosas a la vez.
El hecho de que en estos precisos
momentos haya explosión demográfica, indica, señala, la venida de la guerra, de
la peste y de muchas otras epidemias más.
PREGUNTA:
Si una mujer ha
alterado sus funciones sexuales normales, ya ligándose las trompas o con
cualquier otro sistema físico; o bien, si es varón, haciéndose la vasectomía,
¿qué probabilidades tienen en la transmutación sexual? ¿Podrían esas personas
crear los cuerpos existenciales superiores del Ser?
RESPUESTA:
Ante todo se necesita de la
"disponibilidad al hombre solar".
Téngase en cuenta que el sol está
haciendo un experimento maravilloso en el tubo de ensayos de la naturaleza;
quiere crear hombres solares.
Bien sabemos nosotros que la raza de
los "humanoides" es necesaria para poder captar determinados tipos y
subtipos de energía cósmica, que luego transforma y retransmite a las capas
anteriores del organismo planetario -triste situación la del
"humanoide", ¿verdad?-
Sin embargo, el sol quiere algo más, y
ha colocado dentro de las glándulas endocrinas sexuales del
"humanoide", los gérmenes para el hombre solar.
Tales gérmenes pueden desarrollarse si
nosotros cooperamos.
Si no cooperamos, el ensayo del sol
fracasa.
Durante los primeros ocho siglos del cristianismo,
se crearon muchos hombres, más en la edad media las creaciones fueron muy
raras; y ahora son más raras aún.
Para que exista el hombre, se necesita
que los gérmenes para los cuerpos existenciales superiores del ser, ubicados en
las glándulas endocrinas sexuales, se desarrollen convenientemente.
Tales gérmenes no podrían desarrollarse
si en nosotros no existe cooperación.
Es también incuestionable que tales
gérmenes no podrían desarrollarse en un ambiente desfavorable.
Cuando se hacen ensayos glandulares,
cuando se cierran las trompas, cuando se hacen trasplantes de glándulas o se
injertan en el organismo glándulas de mono, o algo semejante, las condiciones
no resultan ciertamente muy felices, como para que los gérmenes del hombre
puedan desarrollarse en un organismo así.
Si observamos nosotros a las hormigas,
podemos darnos cuenta de que en el pasado fueron "humanoides"; más,
desgraciadamente, los científicos que afloraron entre esa raza de
"humanoides", se dedicaron a ensayos perjudiciales: quitaron
glándulas, hicieron trasplantes, cerraron trompas, etc., etc., etc., y como
resultado, los gérmenes para el hombre no pudieron desarrollarse en esas
criaturas.
Antes bien, éstas fueron poco a poco
empequeñeciéndose, alterándose su morfología básica, y hoy en día son esas
criaturas que bien conocemos y que abundan en todos los rincones de la Tierra.
samael aun weor
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